viernes, 29 de julio de 2011

 
Diez cosas que el mundo no le enseñará a su hijo



1. Una mentira es y seguirá siendo una mentira. Vivimos en un tiempo en el que las personas tuercen la verdad tan hábilmente que pronto resulta difícil recordar qué es verdad o mentira. Pero Dios nos manda claramente a no mentir. Y punto. Él no acepta mentiritas blancas, colorear la verdad o que el fin justifica los medios (Éx. 23:1).


2. Pensar primero en los demás. Es un concepto contrario a la moral de nuestra sociedad. Pero Dios nos dice: "Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo" (Fil. 2:3).



3. Las figuras de autoridad merecen respeto. Encienda un canal de dibujos animados o vea un DVD para niños, y observará que los padres son pintados como unos torpes bufones, mientras que sus hijos son quienes lo saben todo. Si nuestros niños crecen con la idea de que hay que cuestionar, rechazar y desobedecer todo tipo de autoridad, ¿cómo se someterán alguna vez a la Autoridad suprema —a su Señor y Creador?.
Dios nos dice en Romanos 13:1: "Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas".



4. Cuidado con lo que entra en sus cabezas. Según 2 Corintios 10:5, hay que llevar "cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo".

Se le atribuye a Martín Lutero el haberlo expresado de esta manera: "Usted no puede impedir que las aves vuelen sobre su cabeza, pero sí que hagan nidos en su pelo". Nuestros niños necesitan saber que el diablo les lanzará algunos pensamientos horribles a su cabeza, pero que ellos tienen que devolvérselos.


5. Dios inventó el sexo, y por eso es bueno. ¿Conocen sus hijos el propósito perfecto de Dios en cuanto al matrimonio, es decir, que es entre un hombre y una mujer, entregados unos a otro mutuamente, y que el sexo es la expresión pura y hermosa de su amor y entrega? No dé por sentado que lo saben. Hábleles del plan de Dios.


Proverbios 5:15-18 dice: "Bebe el agua de tu misma cisterna, y los raudales de tu propio pozo… Sea bendito tu manantial, y alégrate con la mujer de tu juventud".
Dios también escribió, por medio de Salomón, un hermoso y poético manual, el Cantar de los Cantares, para la intimidad matrimonial. Lo único que pueden aprender nuestros niños del mundo, es que el sexo es algo sucio, vergonzoso, feo y egoísta.



6. No hay nada malo que puedas hacer para que Dios o yo dejemos de amarte. Primera de Juan 1:9 nos dice: "Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad". El sentido de culpa es un sentimiento poderoso.


El salmo 103:12 dice: "Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones". Nuestros niños podrán sentir algunas veces que no son amados. Necesitan, entonces, saber que el amor de Dios y el amor de usted jamás son condicionales.

 7. La humildad es buena. Miqueas 6:8 plantea la pregunta: "¿Qué pide Jehová de ti", y luego responde: "hacer justicia, amar la misericordia, y caminar humildemente con tu Dios". La humildad no es una cualidad apreciada por nuestra sociedad. Muchos de los modelos que imitan y admiran nuestros hijos son personas orgullosas, jactanciosas y concentradas en sí mismas. Pero Proverbios 3:34 nos dice que Dios dará gracia a los humildes.



8. La felicidad se le puede cargar a la tarjeta de crédito, esto según el mundo.
Pero Jesús dice algo muy diferente en Lucas 12:15: "Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee". Y Proverbios 15:16 señala: "Mejor es lo poco con el temor de Jehová, que el gran tesoro donde hay turbación".

 
9. Sólo porque alguien se salió con la suya, no significa que estuvo bien lo que hizo.
Vivimos en una cultura que aplaude lo malo. Pero recuerde que ellas no son nuestro modelo, sino Jesús.

 10. Esta vida es breve. La eternidad es para siempre. Dios dedicó muchos versículos a la idea de lo breve que es la vida en la tierra, pero ninguno es mejor que éste: "¿Qué es su vida? Ustedes son como la niebla, que aparece por un momento y luego se desvanece" (Stg. 4:14 NVI).



El mundo dice muchas cosas a nuestros niños, y tiene muchos medios para comunicar su mensaje. Los padres competimos con la TV, la Internet, la música y el cine. Por tanto, no espere que otros le den a sus hijos el mensaje positivo que usted quiere que escuchen. Ellos necesitan que sea usted quién se los dé.


Fuente: cmvidamujer.blogspot.com

jueves, 28 de julio de 2011


EJERCER LA AUTORIDAD DE PARTE DE DIOS

Un ejercicio responsable de la SOBERANÍA de Dios, provee a nuestros hijos de unos de los bienes más excelentes que le podemos dejar de herencia una cobertura de AUTORIDAD
Una adecuada autoridad resuelve uno de los problemas mas serios a resolver por nuestros hijos su DEBILIDAD.
El consentir a nuestros hijos, darle lugar a sus caprichos, producen hijos débiles en su voluntad.
No tiene la capacidad de negación y esos les debilita en su capacidad de sacrificarse para alcanzar objetivos. Toda negación produce fortalecimiento de la voluntad, por eso que el sufrimiento es un factor importante en el desarrollo de las personas.
Conocí una persona de 80 años, que había vivido muchas cosas, ella me dijo: mi única etapa feliz en mi vida fue mientras vivieron mis padres, con ellos viví en una caja de cristal.
Lamentablemente, esos padres le dieron una infancia feliz pero la discapacitaron para enfrentar los conflictos de la vida.

SOBERANIA = AUTORIDAD =DEBILIDAD

Ejemplo de ejercicio de autoridad paterna en la Biblia.
El mal ejemplo de Eli 1 Samuel 2:12-3:14
Los hijos de Elí eran impíos y no tenían conocimiento de Jehová.
Dios le demandó a Elí:
Has honrado a tus hijos mas que a mí (2: 29)
No les has estorbado (3:13)

El ejemplo de Abraham
Génesis 18:19 Yo sé que mandará a sus hijos y a su casa tras de sí, para que guarden el camino, haciendo justicia y juicio, para que haga venir sobre Abraham lo que le ha prometido.
Dios evalúa la confiabilidad de un siervo en cómo le representa ante sus hijos
La fidelidad del padre provoca beneficio para él.
- que el padre alcance aquello que Dios tiene previsto para él
- le hace confiable para que Dios les revele los misterios secretos de sus planes.
Necesitamos aprender esta armonía divina entre: autoridad y amor, entre libertad y obediencia,
Tenemos que aprender de Abraham lo que significa la palabra MANDAR.

Esta responsabilidad también está presente en el Nuevo Testamento.
Es uno de los requisitos para gobernar la iglesia
Que gobierne bien, que tenga a sus hijos en sujeción con toda honestidad (pues el que no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo cuidará de la iglesia de Dios? 1 Timoteo 3:4-5
Tenga hijos creyentes que no estén acusados de disolución ni de rebeldía Tito 1:6
El fracaso en el hogar nos conduce al fracaso personal, ya que el secreto del gobierno del hogar es el gobierno de uno mismo. Si nuestros hijos no tiene fe debemos buscar la causa en nosotros, debemos ser nosotros aquello que queremos que sean nuestros hijos
La autoridad cubre una de las necesidades esenciales en el desarrollo del carácter del niño.
Los límites estructuran la personalidad del niño.
Le dan la seguridad interior como para poder enfrentar la debilidad que le es propia y para poder asumir sus compromisos.
Un niño sin límite es un niño débil y enfermo emocionalmente. Un niño débil recurre constantemente al capricho porque es el único recurso que tiene. Es una grave discapacidad que es provocada por los padres.
Un niño con límites tiene su voluntad fortalecida para sufrir. El hogar es un entrenamiento para la vida, nuestra casa debe ser un lugar de ensayo de los roles que luego le tocarán asumir. Tenemos que enseñarles a nuestros hijos a sufrir porque el sufrir es una parte de lo que le va a tocar vivir y tiene que estar preparado.

Dios pone los limites pero da al hombre libertad para rebelarse
Este es un aspecto del carácter de Dios que nos deja un profundo desafío como padres al tener la responsabilidad de representar su carácter.
Especialmente cuanto más crecidos sean nuestros hijos.
Tenemos que poner con claridad los límites y conferirles la responsabilidad de acatarlo o atenerse a las conssecuencias. Si midieramos la responsabilidad de Dios por la respuesta de los hombres entonces le podríasmo hacer responsable de la maldad en la tierra. Pero, no es así, la maldad en la tierra es la respuesta de los hombres en su libertad.
Lo mismo ocurre con nuestros hijos entrando en la mayoría de edad.
No somos responsables de sus respuestas sino del poner adecudadamente los límites y estorbales en su pecado.
Otro aspecto importante de nuestra representación del carácter de Dios, es que Dios no es democratico en su trato con sus hijos. Algunos son lindos otros feos, algunos más capaces que otros.
No trata a todos por igual sino a cada uno según su necesidad.

Fuente : paternidad7.wordpress.com